domingo, 12 de junio de 2011

-

He llegado, me siento y espero impaciente a que llege, son las cinco y diez, habíamos quedado a las cinco, espero, puede que se retrase. Cinco y veinte. Sigo esperando. Cinco y media. Sigo esperando. Menos cuarto. Me inquieto. Le llamo. Me cuelga. Rompo a llorar. Seis y media. No soy capaz de volver a casa. No puedo moverme. No tengo fuerzas. Me levanto. Me caigo. Rompo a llorar. Escucho su voz. No hay nadie. Intento levantarme. Vuelvo a caerme. Lloro otra vez. Le vuelvo a oír. Está allí. Me levanto. Corro hacia él. Le pego. Se queda con cara de: ¿que haces?. Intento andar. Me grita. Me doi la vuelta. Le miro. Viene corriendo. Me dice que tuvo que venir andando. Rompo a llorar. Me abraza. ¿Como he podido desconfiar de él?. Me mira. Le miro. Me besa. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario